Negociaciones en Casa Blanca sin éxito arancelario para Japón

​Las recientes conversaciones comerciales entre Estados Unidos y Japón, celebradas en la Casa Blanca, concluyeron sin un acuerdo definitivo sobre los aranceles impuestos por la administración estadounidense. A pesar de ello, el presidente estadounidense calificó el encuentro como un «gran progreso» en las negociaciones bilaterales.​

La comitiva de Japón, liderada por el ministro de Revitalización Económica, Ryosei Akazawa, solicitó a los funcionarios de Estados Unidos que revisen los impuestos del 25% impuestos al acero y a los vehículos japoneses, además del arancel del 24% aplicado de manera recíproca a las importaciones. No obstante, hasta ahora, no se han realizado cambios en estas políticas de aranceles.

Desde Tokio, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, reconoció que persisten diferencias significativas entre ambas naciones. No obstante, destacó que el presidente estadounidense expresó su intención de priorizar las conversaciones con Japón, lo que podría abrir la puerta a futuras negociaciones más fructíferas.​

Aunque los tipos de cambio no fueron un tema central en las discusiones, algunas fuentes sugieren que se abordaron cuestiones relacionadas con la defensa, una demanda recurrente de Estados Unidos hacia su aliado japonés, en la que se solicita un mayor gasto en esta área.​

Ambos lados decidieron encontrarse nuevamente hacia finales de abril, con la finalidad de lograr un pacto final lo más pronto que se pueda. El primer ministro Ishiba no rechazó la idea de llevar a cabo charlas directas con el mandatario de Estados Unidos en un próximo futuro.​

Este evento es parte de una estrategia más amplia del gobierno de EE. UU. para reevaluar y renegociar tratados comerciales con varios aliados globales. El uso de tarifas ha sido una táctica esencial en esta política, con el objetivo de defender la industria local y disminuir los déficits en el comercio.

El mundo está atento al progreso de estas discusiones, ya que las resoluciones de estas dos economías podrían tener un impacto importante en el comercio mundial. La chance de lograr un pacto ventajoso para ambas partes dependerá de la habilidad de esos países para hallar un punto en común que atienda sus inquietudes económicas y estratégicas.

By Maria Montañez

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