El chavismo ha echado mano de la tensión con Guyana por el disputado territorio del Esequibo para maniobrar en sus frentes internos, en los que vuelve a radicalizarse y a levantar la bandera de la conspiración internacional. Los cancilleres de Caracas y Georgetown han conversado este miércoles por la tarde para mantener los canales de comunicación, pero al mismo tiempo en el Parlamento de Venezuela se presentó la ley para la creación del Estado Esequibo y la Fiscalía, brazo judicial que opera a favor de Nicolás Maduro, ha emitido una serie de órdenes de captura contra dirigentes opositores y exfuncionarios chavistas. Ha alegado supuestos vínculos con Exxon Mobil, una de las petroleras que está explotando las aguas territoriales no delimitadas del Esequibo, en medio de una controversia que, luego de años de forcejeos diplomáticos, se dirime ahora en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Venezuela, sin embargo, ha anunciado la anexión del territorio selvático bajo control de Guyana tras un referéndum celebrado el pasado domingo.

Entre las personas señaladas ahora por el chavismo hay varios colaboradores cercanos a la candidata unitaria de la oposición, María Corina Machado, como Henry Alviárez, coordinador nacional de su partido, Vente Venezuela; Claudia Macero, encargada de las comunicaciones; y otros como Pedro Urruchurtu, David Smolanksy, Yon Goicochea y Roberto Abdul, director de la ONG Súmate, que ya fue detenido por los servicios de inteligencia la noche del miércoles. En la lista también se incluyó a los principales detractores del Gobierno en las redes sociales, como el exministro de Comunicaciones y Turismo Andrés Izarra, y el exresponsable de Energía y Petróleo y expresidente de PDVSA Rafael Ramírez. El fiscal general, Tarek William Saab, ha señalado, además, en el “hampograma” presentado a los medios a los opositores en el exilio Leopoldo López, Juan Guaidó, Carlos Vecchio, Lester Toledo y Julio Borges. A todos se les persigue por supuestos delitos de traición a la patria, asociación para delinquir, conspiración y legitimación de capitales.

Saab ha denunciado una supuesta conspiración de la petrolera para sabotear el referéndum en el que se aprobó la anexión del Esequibo a Venezuela. Según la versión del responsable judicial, la policía venezolana detuvo a un ciudadano estadounidense, Savoi Jandon Wright, quien supuestamente usó criptomonedas para evadir controles financieros de fondos usados para conspirar contra la celebración de la consulta, sobre la que las autoridades electorales anunciaron una “abrumadora victoria” con 10,4 millones de votantes, aunque muchos centros electorales lucieron casi desiertos ese día y no se han presentado los resultados desagregados. Los fondos provendrían, según sostiene Saab, del lavado de dinero de organizaciones y empresas extranjeras, entre ellas, Exxon Mobil. “Estamos a la espera que se nos notifique formalmente sobre una supuesta orden de aprehensión por delitos que giran en torno traición a la patria”, señaló sobre las acusaciones Perkins Rocha, abogado de Vente Venezuela.

La sesión de la Asamblea Nacional en Caracas de este miércoles.
MIGUEL GUTIERREZ (EFE)

Desde la oposición, Machado es la dirigente que más ha levantado la bandera de la defensa del Esequibo. Un plan similar al que ha presentado Maduro esta semana, de instalar oficinas de cedulación y desplegar servicios para la atención de la población que vive en esa franja selvática de 160.000 kilómetros cuadrados, fue propuesto por la dirigente cuando era diputada en tiempos de Hugo Chávez. Machado pidió interpelar al entonces canciller, Nicolás Maduro, porque Guyana decía que había notificado a Venezuela que ampliaría su plataforma continental. También propuso crear un puesto de la Armada en el río Cuyuní. Pero era 2011, el caso no estaba en el tribunal internacional de Naciones Unidos y Diosdado Cabello, como presidente del Parlamento, apagaba el micrófono durante el debate para sabotear la intervención de Machado, que declaró fuera de orden.

Entonces la política hacía frente a la política laxa de Hugo Chávez, que descuidó los reclamos territoriales para seguir la línea de Cuba en este asunto, a cambio de asegurarse el respaldo político de los países del Caribe en la construcción de su petrodiplomacia. Ahora, en esta avanzada de Maduro por el Esequibo, Machado ha sido tajante en rechazar la realización del referéndum advirtiendo que ponía en riesgo la defensa de Venezuela en la CIJ.

Este miércoles ha sido Diosdado Cabello el que ha presentado el proyecto de ley para la creación del Estado Esequibo. “Hasta tanto se celebren elecciones, el Gobierno y administración del Estado será ejercido por un jefe o jefa de Gobierno designado por Nicolás Maduro”, aseguró el diputado durante el debate.

La crisis llega a la ONU

El canciller venezolano, Yvan Gil, ha respondido a las recientes declaraciones del presidente guyanés, Mohamed Irfaan Ali. Para Venezuela, el mandatario “ha dado luz verde a la presencia del Comando Sur de Estados Unidos en el territorio de la Guayana Esequiba”. El canciller ha denunciado ante la comunidad internacional y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que presuntamente se está abriendo la posibilidad de instalar bases militares a “una potencia imperial”, por supuesto mandato de la trasnacional Exxon Mobil, a la que se le han otorgado derechos de explotación de petróleo en las aguas en disputa. Durante la presentación del que llamó “el nuevo mapa de Venezuela”, Maduro había dado un plazo de tres meses a las empresas que han recibido concesiones de Guayana para que se retiren del territorio y dialoguen con su Gobierno. Luego de este comunicado se produjo la conversación telefónica entre cancilleres.

En pocos días, la pólvora que ha levantado Maduro ha convertido este conflicto territorial en una crisis regional. Guyana calificó de “amenaza inminente” los anuncios del Gobierno venezolano sobre la designación de autoridades en el Esequibo y la anexión vía ley especial del territorio, por lo que sus Fuerzas Armadas están en “alerta máxima”, al igual que las del vecino Brasil, que movilizó militares y blindados a la frontera en Roraima. El presidente Irfaan Alí, al que Estados Unidos nuevamente reiteró su respaldo el jueves, se prepara para denunciar la situación ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

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