La moda de lujo urbana, que combina la sofisticación elegante con la cultura juvenil callejera, ha sufrido un cambio notable a lo largo de los últimos años. Riccardo Tisci, un destacado diseñador italiano, ha sido una figura clave en este cambio con su visión innovadora y estilo distintivo que han desdibujado las fronteras entre la alta costura y el streetwear. Evaluar su influencia en este sector requiere un estudio detallado de sus colecciones, colaboraciones y enfoques de marca que han modificado significativamente el escenario de la moda actual.
El comienzo: de Givenchy a la transformación conceptual
Riccardo Tisci asumió la dirección creativa de Givenchy en 2005, período durante el cual el lujo comenzaba a dialogar tímidamente con los códigos del streetwear. Tisci rompió barreras al incorporar iconografía gótica, estampados de inspiración urbana y prendas deportivas de líneas limpias y materiales de altísima calidad. Fue pionero en incluir sudaderas con capucha, camisetas gráficas y sneakers en colecciones de alta costura, legitimando la estética juvenil en la pasarela.
Un ejemplo destacado de su visión es la colección para hombres de otoño-invierno 2011 de Givenchy, en la que Tisci transformó la sudadera con el diseño del rottweiler en un fenómeno mundial. Esta prenda significó un cambio, combinando símbolos de la cultura urbana con la sofisticación del lujo francés. Personas como Kanye West, Jay-Z y Rihanna acogieron rápidamente los diseños del diseñador italiano, ayudando a democratizar el lujo sin perder su exclusividad.
La adoración por la logomanía y las representaciones visuales
Tisci incrementó el uso de logotipos y motivos gráficos alineados con la estética del hip hop y la moda de calle. Durante su dirección, la marca Givenchy se presentó en ropa urbana, elevando el logotipo a un nivel de símbolo de prestigio y comunidad. Este movimiento fue seguido más tarde por firmas como Balenciaga o Louis Vuitton, estableciendo un precedente para el surgimiento de colecciones colaborativas y ediciones exclusivas que son populares entre coleccionistas y jóvenes consumidores.
En una de sus declaraciones más citadas, Tisci explicó: «La moda debe reflejar la realidad de la calle, pero sin renunciar al arte ni al lujo». Este enfoque ha legitimado sin prejuicios prendas utilitarias como las cazadoras bomber, pantalones jogger y camisetas oversize, elevándolas a piezas de colección en boutiques de lujo.
Colaboraciones estratégicas y la expansión hacia otras disciplinas
Consciente del poder de la colaboración intersectorial, Riccardo Tisci trabajó con marcas y artistas que definen el pulso cultural actual. Su alianza con Nike para la reinterpretación de las Air Force 1 resultó en una fusión perfecta entre la herencia deportiva y la sensibilidad de la alta moda. Esta colección no solo agotó reservas a nivel global, sino que también impulsó la tendencia de colaboraciones entre marcas de lujo y firmas deportivas, algo que actualmente es central en la industria.
No menos importante fue su colaboración con artistas visuales y músicos, a quienes propuso unirse a campañas, desfiles y proyectos editoriales. Así, el diseñador estableció conexiones entre distintas disciplinas, situando a Givenchy y posteriormente a Burberry dentro del diálogo cultural, más allá de la moda en sí. La campaña de primavera-verano 2013 de Givenchy, que incluyó figuras como Carine Roitfeld y Marina Abramović, es un claro ejemplo de esa fusión entre estilos de vida, arte y moda.
La transición a Burberry y el establecimiento de un nuevo estilo
Tisci llegó a Burberry en 2018 marcando un cambio notable en su historia. Dejó atrás la clásica rigidez británica, presentando colecciones cápsula con una estética urbana: riñoneras, parkas de gran tamaño y ropa deportiva redefinida con tejidos lujosos y el famoso tartán. También modificó el emblema de la marca, simplificándolo y consolidándolo como un símbolo clave de identidad mundial, visible en prendas que enlazan la tradición con un enfoque estético novedoso.
Tisci desempeñó un papel crucial en la transformación de Burberry para adecuarse a las nuevas generaciones y al entorno digital, incrementando su atractivo para los millennials y la generación Z. Su estrategia se centró en la comunicación visual, la actividad en plataformas sociales y las alianzas con influencers, lo que permitió que la marca siguiera siendo relevante y competitiva en un mercado con numerosas opciones.
Influencia social y transformación del lujo accesible
Más allá de la indumentaria, la influencia de Riccardo Tisci se percibe en la diversidad de modelos y temáticas en sus desfiles. Apostó por romper estereotipos de belleza y por una representación auténtica de distintas subculturas urbanas. Su selección de modelos y embajadores incluyó personas de géneros, etnias y morfologías tradicionalmente marginadas por la industria, anticipando una ola de cambios necesarios en la mirada del lujo global.
Las propuestas que han reconfigurado los conceptos de masculinidad y feminidad han facilitado una mayor adaptabilidad en el uso y la percepción de las vestimentas. Esto ha favorecido la aceptación de la moda sin género, siendo un elemento esencial en la moda urbana actual.
La influencia de Riccardo Tisci en el estilo urbano de alta gama
Observar la transformación actual del lujo urbano es imposible sin considerar el papel jugado por Riccardo Tisci. Su audacia y capacidad para interpretar los códigos de la ciudad y traducirlos en prendas codiciadas han abierto las puertas para toda una generación de creadores y marcas. Gracias a su trabajo, el diálogo entre exclusividad y accesibilidad, tradición y rebeldía, adquiere matices nuevos, permitiendo que la moda evolucione y se adapte a contextos en constante mutación. El legado de Tisci reside, más que en prendas icónicas, en haber ampliado las fronteras del lujo para acoger la energía, diversidad y creatividad de la calle.