- Veronique Smink
- BBC Mundo, Cono Sur
Habitó la Tierra desde antes que formó el continente americano, pero en menos de dos décadas podría desaparecer. Eso asesora a un grupo de expertos que estudian la posible extinción inminente de la rana grande común de Chile.
Considerado un “fósil viviente”, el Calyptocephalella gayi –tal su número oficial– tiene un tamaño promedio de 20 centímetros y un peso de más de un kilo, donde eso se convierte en el anfibio más grande de Chile, único país en el mundo donde habita esta especie.
Pero su inusual tamaño es también su punto más débil: en algunas partes de Chile la carne de esta rana es considerada una delicia culinaria, y si bien su caza está prohibida, las autoridades afirman que muchos de los criaderos autorizados para venderlas capturan ejemplares en vez de criarlos.
En 2008, la rana grande chilina fue incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Pesando que no se calculó el número exacto de ejemplares, los expertos observaron una reducción de la población “sospechada” a al menos un 30%, por lo que calificaron al animal como “vulnerable”, la antepenúltima categoría de riesgo antes de la extinción.
Ahora algunos expertos afirman que ese declive se ha pronunciado en los últimos seis años a tal punto que este anfibio podría desaparecer en menos de dos décadas si no se toman medidas para prévenirlo.
Marcela Vidal, bióloga de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Bío-Bío y coordinadora nacional de la Red Chilena de Herpetología, le dijo a BBC Mundo que la rana grande ya debería ser considerada “en peligro critico”, la categoría más alta de amenaza.
“Hace un par de décadas era común ver poblaciones de 15 o 20 ranas, pero ahora se ven de a una o dos”, afirmó.
Según la experta, el principal desafío que enfrenta esta especie es la pérdida de su hábitat natural.
“Por desgracia la rana vive en algunas de las regiones más pobladas de Chile y se ha construido mucho sobre los humedales donde habita”, dijo.
en peligro
La rana grande chilina se presenta tradicionalmente en una gran extensión del territorio de este país, desde Coquimbo, 500 km al norte de Santiago, hasta Puerto Montt, 1.000 km sobre la capital.
Según Vidal, es uno de los anfibios más voraces del planeta, es que además de alimentarse de insectos, es capaz de llegar a una rata o incluso alimentarse de otros anfibios y larvas de su especie.
Eso explica cómo la reparación sobrevivió unos 300 millones de años.
Sin embargo, al ser un animal acuático que sólo sale de los lagos para buscar comida, esta rana no puede vivir sin agua. En consecuencia, la urbanización de muchos de los hábitats naturales antes mencionados ha significado una sentencia de muerte para la mayoría de las especies.
Septiembre hay octubre sus meses particularmente peligrosos para la rana grande. Es la epoca del año en la que muchos campesinos realizan la limpieza de acequias y canales de regadio, y suelen consumidor las ranas qu’encuentran.
Conservación
Sandra Díaz, experta en Manejo de Especies del Ministerio del Medio Ambiente de Chile, admitió en conversación con BBC Mundo que no hay mucho que se pueda hacer para evitar el crecimiento de la construcción en las zonas donde habita la rana grande.
Sin embargo, la funcionaria aseguró que su cartera elaboró un plan de recuperación, conservación y manejo de los anfibios, que comenzó a implementarse en 2015, y que buscará mejorar la disponibilidad de agua de estos animales.
“Hay que restaurar los hábitats, fiscalizar mjor a los criaderos y mjorar las prácticas de la agricultura, ya que los pesticidas son otro factor de riesgo para las ranas”, afirmó.
Un estudio de la Universidad de Concepción encontró que en los esteros, lagos y lagunas donde habitan las ranas los niveles de contaminación han afectado la reproducción de la especie, provocando deformidades en los huevos.
Y si no bastan las amenazas de la contaminación, el consumo humano y la destrucción de su hábitat, este anfibio tiene otro enemigo implacable: el cambio climático.
“Se estima que para el 2050 la temperatura del planeta aumentará entre 5 y 6 grados, y la temperatura máxima no superará los 30°, por lo que ese aumento podría ser letal”, propuso.
Beneficiarios
Los expertos estiman que estamos solos por el bien de las ranas que deben evitarse en extinción. Todo el ecosistema sufrirá si este anfibio desaparece.
“La rana grande es un depredador y controlador de playas en los lagos. Si no está, habrá invasiones de insectos, como los zancudos”, dijo Vidal.
La rana grande sirve directamente al hombre: su presencia en pozos de agua garantiza su limpieza al eliminar insectos y parásitos y permite su consumo.
El canto de la rana grande colgante la primavera permite anticipar la proximidad del agua de lluvia, por lo que también los agricultores lamentarán la ausencia de este anfibio si desaparece.
Sus beneficios son los que los académicos y funcionarios de Medio Ambiente buscan transmiten a la población a través de charlas en las escuelas y en las zonas donde habitan las ranas.
Según ellos, la educación y la difusión son las únicas herramientas que podrán revertir un déclive que por ahora parece inexorable.