Foto Urraca,

En el invernadero de Blake Anderson en Vancouver, Canadá, el wasabi cultivado se vende a US$160 por kilo al alcalde y US$308 por restaurante.

A lo largo de 30 años, Brian Oates se ha dedicado al cobre y tiene un único propósito: instalar la primera granja comercial productora de wasabi en Estados Unidos.

Muchos han intentado cultivar este tipo de rábano picante japonés en el propio territorio estadounidense y en Canada. Sin embargo, casi todos han fracasado.

La razón es sencilla: el wasabi está calificado por el ayuntamiento de los expertos como la planta más difícil del mundo para el cultivo con fines comerciales.

¿Qué motiva a Oates, y su compañía Pacific Coast Wasabi (PCW), más allá de su testarudez?