Durante el año 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) turístico de México registró un crecimiento real del 2.2%, superando el incremento del PIB nacional, que fue del 1.5%. Sin embargo, esta cifra representa una desaceleración en comparación con el crecimiento del 4.4% observado en 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El rendimiento de la industria turística presentó variaciones en sus elementos. La fabricación de bienes turísticos bajó un 0.3%, mientras que los servicios turísticos incrementaron un 2.8%. Estos números indican una ralentización frente al año pasado, cuando los bienes turísticos se redujeron un 0.7% y los servicios subieron un 5.8%.
El consumo turístico interior, que incluye tanto el turismo nacional como el receptivo (turistas internacionales), también mostró signos de desaceleración. El consumo interno, que representa aproximadamente el 80% del total, creció apenas un 0.7% en 2024, en comparación con el 3.6% registrado en 2023. Por otro lado, el consumo receptivo aumentó un 3.3%, una cifra significativamente menor al 9.1% del año anterior.
En los últimos tres meses de 2024, el PIB del turismo experimentó un leve repunte trimestral del 0.3%, gracias a un aumento del 0.9% en la producción de bienes y un crecimiento del 0.2% en los servicios. No obstante, comparado con el año anterior, el PIB turístico disminuyó un 0.5%, lo que refleja una recuperación todavía débil en uno de los sectores más importantes de la economía del país.
El consumo turístico interior en el cuarto trimestre también presentó una variación positiva del 0.4% respecto al trimestre anterior. Desglosado, el consumo receptivo aumentó un 12.9%, mientras que el consumo interno disminuyó un 1.4%. En términos anuales, el consumo turístico interior creció un 1.0%, con un incremento del 18.3% en el consumo receptivo y una caída del 2.2% en el consumo interno.
Expertos en economía turística señalan que estos resultados reflejan un bajo dinamismo en la actividad turística durante 2024. La falta de una estrategia gubernamental clara para promover los destinos mexicanos y el debilitamiento del consumo interno nacional son factores que han influido en este desempeño. Además, el bajo crecimiento económico general del país ha tenido un impacto negativo en el sector turístico.
A pesar de estos desafíos, el turismo receptivo mostró signos de recuperación, con un aumento significativo en el consumo por parte de turistas internacionales. Este crecimiento sugiere que, con una estrategia adecuada y un enfoque en la promoción internacional, el sector turístico mexicano tiene el potencial de fortalecerse en los próximos años.