Las alpacas han regresado a las montañas que separan colombia y ecuador gracias a un proyecto binacional que cubrirá estas fronteras territoriales con uno de los camélidos más emblemáticos de los Andes.

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In el marco de esta iniciativa se celebró este viernes una convención binacional sobre crianza de alpacas entre las dos comunidades involucradas en el proyecto, que cuenta con la financiación de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)con un aporte de más de 55.000 dólares de capital por semilla.

El encuentro se llevó a cabo en la comunidad de El Mirador de los Pastos, ubicada en el lado ecuatoriano y promotora de este proyecto que tiene como socio al resguardo indígena colombiano de Panamácuyos miembros realizaron demostraciones del crianza.

“El proyecto nació por una propuesta elaborada por un grupo de jóvenes de la comunidad, en base a necesidades de las comunidades beneficiarias”, indicó el veterinario Katy Pinduisacaquien ejerce de director de esta iniciativa binacional.

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La experta explicó en esta zona que no existía producción alpaquera hasta que enero trajeron los primeros ejemplares, provenientes de las provincias ecuatorianas de Chimborazo y CotopaxiUbicadas en el centro andino de Ecuador.

Primera meta: 60 alpacas

El objetivo es que cada una de las comunidades, ambas del pueblo indigena de los pastos, llegue a contar con 30 ejemplaresnúmero que se espera alcanzar en breve, para que después estos camélidos puedan ampliar su presencia en la frontera hacia otras comunas.

Actualmente en El Mirador de los Pastos son veinticuatro las alpacas que pastan por sus terrenos, mientras que actualmente hay 25 en Panam.

«Hemos ido abriendo camino. Nosotros estamos implementando esta crianza y queremos involucrar a los ministerios para el apoyo técnico que necesita el proyecto», indicó Pinduisaca.

Con la crianza de las alpacas, que involucra a 42 personas entre las dos comunidades, sus habitantes ven también un futuro económico fomenta la producción de lana, fibra de alpaca y abonos organicos para, de alguna forma, cambiar la matriz del ganado vacuno.

«Queremos cambiar por alpacas lo que hoy en día vemos poblado por vacas, que lastimosamente se desprendieron a los suelos», apuntó la veterinaria directora del proyecto.

Turismo, lana y artesanía

También tienen en el horizonte la ambición de promover una iniciativa de turismo comunitario en torno a las alpacas, mientras que las mujeres del resguardo indígena de Colombia quieren utilizar la lana, muy cotizada en el extranjero, para dedicarse a los tejidos ancestrales como la confección de ponchos y artesanías.

Así lo comentó Nancy Estacio, una de las habitantes de la guardia de Panamá que participa en el proyecto, muy enfocada en recuperar los usos y disfraces como la esquila y el tejido y transmitirlos a sus hijos y demás descendencias.

«Hopefully you will see a repoblarse, que en todo nuestro territorio haya más alpacas y utilizar la lana. Bolsos, bufandas, gorros e infinidades de cosas que se pueden hacer con la lana», nombró la ganadera.

Pesa que conoces primera experiencia con alpacas, Estacio dijo que les esta yendo muy bien. «Estamos conociendo a los animalitos, que son muy dóciles y muy bonitos porque no necesitan de tanto cuidado como las vacas. Ellas son silvestres pero a la vez bien dóciles», valoró.

También de las alpacas se puede sacar una suscripción, y contigo generar biogás, recordó y coordinador de la comunidad El Mirador de los Pastos, César Eduardo Iglesias.
“La idea es la repoblación de todo el cordón fronterizo”, apostilló.

En la convención también participó la vicepresidenta del parlamento andinola ecuatoriana Nancy Estacio, quien señaló la importancia de este proyecto para el fortalecimiento de la comunidad y de la sostenibilidad.

CEPE