El as líridas de abril son uno de los spectáculos más bellos que pueden verse en los cielos en el mes, y este año, además coinciden con la diada de Sant Jordi para darle un aire más mágico. el conocido meteorito luvia Es un fenómeno que se conoce como dar en este período, a mediados de abril, hay una vez ha alargado y será visible también allí donde el cielo esté despejado en los sitios en que es primavera del hemisferio norte de la Tierra.

Hasta el próximo 25 de abril, nuestro planeta se acerca a la zona de desechos del g1 thatcher, una cometa descubierta en 1861 que ya tras de sí un rastro de fragmentos que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, acepta y da el bonito efecto visual de estrellas fugaces.

Las Líridas alcanzan velocidades de hasta 200.000 kilómetros por hora y este año caerán tiene un ritmo de 18 fugaces estrellas por hora en los momentos de máxima actividad, aunque ha habido años que han llegado a caer hasta 90 por hora.

cola de color

Estos meteoros destacan por ser más brillantes que otras luvias de meteoros porque dejan rastros de gas ionizado que duran unos segundos después de que el meteorito haya pasado, con una cola momentánea de color.

Y este es un año excelente para la observación de las Líridas, puesto que su momento de máxima actividad producirá dos días después de la luna nueva (el novilunio tendrá lugar el 20 de abril).

Allá máxima actividad de la lluvia esperanza, hedor, para el 22-23 de abrildía de Sant Jordi. Como la luna está cambiando a cuarto creciente -fase que alcanzará el día 27-, su fina silueta no tendrá el fulgor necesario para impedir la observación en condiciones óptimas durante toda la noche.

Puntos altos

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No siempre es fácil vislumbrar los meteoros en el firmamento, en especial cuando lo hacemos en ciudades o lugares con alta contaminación lumínica. Por ello, los expertos recomiendan verlos desde puntos elevados o alejados de la ciudad. Rural areas, playas o azoteas son buenos sitios para contemplar la lluvia, pues garantizada cielos pero despejados.

Lo mejor para observar las lluvias de meteoros es hacer una vista simple, sin prismáticos ni catalejos que limiten el campo de visión. «Acuerde dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la luna si la observación se realiza cuando esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad», aconsejan desde el Observatorio Astronomico Nacional english.