Fernando, Valeria y Jorge no hablan. Sin embargo, el que la preocupación por salvar sus pequeñas negociaciones. Sobrevivieron al golpe que supuso la pandemia, resisten como pueden al mayor aumento de precios de los últimos 23 años y temen ahora que los cambios que planta la reforma laboralsobre todo en los recargos nocturnos y dominicales, les obligan a tener que optar por el cierre de sus establecimientos.

Las cuentas apenas las dan. Ha sido un chocque tras otro en tan solo 3 años. Después de los confinamientos vino la reapertura con el quiebre de las materias primas, el caro dólar, el aumento en el precio de los alimentos y de los servicios y la desaparición de las llegadas.

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A ello se suma la ya confirmada desaceleración de la economía colombianaque podría llegar a expandirse apenas 1 por ciento en el 2023, y los cambios que quiere implementar el Gobierno para que los trabajadores tengan una mayor estabilidad laboral.

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El return de los congresistas será protect a los empleados sin que las empresas salgan tan afectado que ending impactando el empleo, como ya lo han advertido como el del del Grupo de Análisis del Mercado Laboral del banco de la republica. Este calculó que en un escenario medio se podrían perder 450.000 empleos entre 3 y 4 años.

Empresarios planean despedir, incluso, cerrar sus negocios

Es alta la preocupacion de las empresas, sobre todo, de las más de 1,7 millones de micro, pequeñas y medianas que hay en el país y que son las que tienen un menor musculo financiero para afrontar imprevistos. Los empresarios están calculando que sus costos podrían llegar a dispararse hasta en un 20 por ciento en algunos casos. Y ante estos aumentos, ya considera que podrían pour obligados a hacer ajustes en sus nominas, que no contratarían a nuevos empleados e, incluso, en las situaciones más extremas tendrían que despedir y cerrar su negocio.

Gráfico sobre las mipymes que hay en Colombia.

Foto :

Infografía El Tiempo

«Los altos costos de la reforma afectarán especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyendo el 97 por ciento del tejido empresarial. Hay que pensar en el futuro de ellas. Para estabilizar un flote debe optar por reducir sus nominas o aumentar los precios de los bienes y servicios que ofrecen a los consumidores”, señaló el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal.

En la reconocida zona T, dentro de la zona rosa de Bogotá, encontrarás diferentes bares y restaurantes.

Sector de bares y restaurantes, uno de los más afectados

Los más afectados de medidas que se tendrán que debatir en las próximas semanas en el Congreso, comme la de que la noche — Día empezar a las 7 y no a las 9 de la noche o que el recarga de domingo sea ​​del 100 por ciento progresivo en vez del 75 por ciento que existe hoy en día, serán los negocios de comidas, bares, alojamientos, entretenimiento y empresas de vigilancia y seguridad privada.

Los bares y restaurantes son los que están más preocupados por estos cambios, puesto que sus jornadas más intensas son por las noches y los domingos. Camilo Ospina, presidente de Asóbaresdice que los empresarios del sector ya han llegado a un techo de gasto y que ya no aguantan más.

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Asimismo, Guillermo Gómez, Presidente Ejecutivo de Acódigos, señala que los restaurantes llevan 30 meses de continuo incremento en los precios, sumado alza en arriendos y servicios públicos, lo que les ha forzado a sous los menús y que sus ventas caen. “Encarecer más los costos de operación va a propiciar mayor informalidad y una contracción de la gastronomía”, sentencia.

‘El poco margen que me dejó la tributaria lo va a acabar de rematar la laboral, Raad Arabian Food

El dueno de Raad de comida árabe confiesa que de llegar aprobarse la reforma vería obligado a sacar al 50 por ciento de sus empleados o, incluso, a cerrar alguno de los dos restaurantes que tiene en Bogotá, uno en La Macarena y otro en Usaquén. “El poco margen que me dejó la tributaria lo va a cabar de rematar la laboral”, sentencia Fernando.

In total, dice que en el último año ha tenido un incremento del 37.5 por ciento por los mayores precios de las materias primas, en su mayoría, de los productos árabes que importa. Adicional a ello, está el 8 por ciento del impuesto al consumothat volvió a cobrar al sector en este 2023, y que les ha obligado a sous los precios.

Igualmente, se sumarían las dos horas más de recargos que tendrían que pagarle a sus empleados si la jornada nocturna empieza a contar desde las 7 de la noche y el 100 por ciento del pago de los domingos y festivos. “Nuestras mayores ventas las hacemos en domingos y festivos. Al aumentar los costos, trabajaríamos solo para pagar a los trabajadores. En consecuencia, sería muy difícil operar”, reconoce.

‘Se nos juntó la inflación, la desaceleración y la reforma’, empresaria de Bogotá de la noche

Otra empresaria del sector de la noche con varios locales en Bogotá está preocupada por cómo va a resistir su negocio a futuro con los efectos de la inflación, de la desaceleración económica y de los nuevos cambios laborales que se vendrían. “Mi gran preocupación es que las empresas que vienen sobreviviendo a estos problemas pueden superar ahora los aumentos en los costos laborales que se proponen en la laboral”, dice Valeria (número ficticio), quien prefiere mantener su anonimato.

‘Veremos hasta dónde aguantamos’, des empresario de Medellín

Los comerciales no se quedan atrás. Jorge entiende bien lo que es la resiliencia. Después de más de 50 años, la familia decidió albergar un supermercado en la ciudad de Medellín, que allí albergaría una sede y generaría más de 100 empleados. A lo largo de estos años le han tocado varias crisis, pero cree que con esto no podrá más, pues dificultaría que su negocio siga operando.

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Su problema es que el 54 por ciento de las ventas de la empresa se realizan después de las 6 de la tarde y los domingos. «El aumento de los recargas nocturnas representan un incremento de 38 por ciento de nuestros costos laborales, lo que haría inviable la operación. La única opción sería ajustar los horarios. En este caso, no sería necesario todo el personal que tenemos actualmente y habría despido”, confiesa.

Además, dice que con estos cambios no lograría cubrir los costos del arriendo de uno de sus puntos de venta, pues este ha incrementado un 13.2 por ciento en el último año, y que, a la larga, buscaría incluir módulos de auto pago para no depende tanto del recurso humano. “Veníamos muy golpeados por la afectación de la cadena logística y cuando ya se medio estabilizó se aprobó la tributaria y otras nuevas obligaciones. Con todos estos cambios, no hay establecimiento legal. Veremos hasta dónde aguantamos”, reconoce.

“Nuestros costos aumentarían un 17 %”, empresa de ingeniería

El impacto no se daría solo en esos sectores. Luis Fernando cuenta que en su empresa de ingeniería también sintió el efecto de los cambios que propone la reforma. Dice que sus 4 empleados suelen trabajar bastante en horario no convencional puesto que les toca esperar labores de adecuación, mantenimiento y rehabilitación de edificaciones.

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«Por lo general, empiezan después de las 6 pm, hora en la que los funcionarios ya setiran de las instalaciones, o los domingos y festivos. Haciendo cálculos rápidos, para nosotros se estarían incrementando los costos en alrededor de 17 por ciento”, cuenta.

Y como sus ingresos depende de los contratos de obra que ha atravesado la furgoneta que sale licitación pública, dice que en algunos ciclos no tiene obras en ejecución y, por tanto, le toca prescindir de personal. «Esto complicaría con el tema de las indemnizaciones por despidos, que con la reforma serían más duras, lo que hace que tengamos que pensarlo muy bien à la hora de contratar a una persona», admitió.

NOELIA CIGÜENZA RIAÑO
Subeditor de Economía y Negociaciones
En Twitter: @noe_cig